El mal de alturas o soroche, cómo reconocerlo y tratarlo – Otras enfermades de las que hay que cuidarse en Ecuador
Ecuador alberga a varios de los volcanes más altos del mundo. Su capital, Quito, se encuentra a una altitud aproximada de 3 000 metros (9 000 pies). Quienes lleguen a Quito desde el nivel del mar van a experimentar un cambio de altitud de casi dos millas en cuestión de horas. Estos cambios tan abruptos de elevación por lo general tienen un efecto sobre los viajeros que les hace sentirse enfermos.
El llamado mal de alturas (soroche, localmente), se manifiesta a través de síntomas como insomnio, dolores de cabeza y/o nauseas. Para prevenirlo, o al menos aminorar estos efectos, lo ideal sería realizar una ascensión paulatina que vaya de a poco ajustando al cuerpo a las nuevas condiciones. Sólo que en la práctica esto resulta muy poco viable, pues por lo general, quienes llegan a Quito desde el extranjero, lo hacen en avión. En el caso de que usted experimente estos síntomas, el mejor remedio es tomar mucha agua, descansar y tomar aspirinas. Si los síntomas van más allá de una pequeña fatiga o si presenta dolores de cabeza, puede tomar DIAMOX, que es un medicamento que incrementa el ingreso de oxígeno. Puede comprarlo (o un equivalente) en cualquier farmacia de las principales ciudades de Ecuador.
Si usted experimenta severos dolores de cabeza o problemas respiratorios (incluyendo falta de aire), acuda a un médico inmediatamente. Si se encuentra en las montañas y no tiene un médico a mano, trate de bajar todo lo que pueda, disminuya la altitud inmediatamente.
Antes de ascender alguna montaña, deberá pasar algunos días a determinada altitud para aclimatarse. Cumbre Tours ofrece paquetes de aclimatación y tours guiados para ascender el Cotopaxi, que incluyen el ascenso de otros picos menores previamente. Esta operadora cuenta con una gran reputación, guías experimentados y hasta con una hacienda cercana al Parque Nacional Cotopaxi, muy buena para acostumbrarse a la altitud.
Una nota más con respecto a la altitud: use bloqueador solar. Aunque las temperaturas sean más frescas, en la altura, ello no quita que estemos más cerca del sol y que el riesgo de quemarnos sea mayor. Recomendamos usar un protector de al menos 15 FPS.
Otras enfermedades
Igual que con los problemas de salud más usuales que ya hemos mencionado, lo que le ayudará a protegerse de riesgos de salud menos comunes es seguir las precauciones razonables que les sugerimos. Sin embargo, como el riesgo de contraer estas enfermedades suele ser menor, es nuestro deber, no obstante, alertarle acerca de ellas. Como hemos dicho antes, el conocimiento es la mejor medicina contra la enfermedad.
Por ejemplo, el cólera y la viruela son muy raras en Ecuador por lo que no hace falta vacunarse contra ellas para viajar. Ambas se transmiten a través de agua y alimentos contaminados, por tanto, en este caso, lo mejor que podemos hacer es ser cuidadosos con lo que ingerimos.
La malaria, la fiebre amarilla, el dengue, el zica, el chikungunya, la filariasis, la lesmaniasis, la oncocercosis y la tripanosomiasis son enfermedades trasmitidas por insectos en Sudamérica. Por ello resulta importante protegerse de sus picadas, para así prevenir estas enfermedades.
La hepatitis B, infecciones de transmisión sexual y VIH se propagan por contacto de persona a persona y siempre debemos tomar precauciones para protegernos de ellas, sin importar donde estemos. Practicar sexo seguro es imprescindible para protegernos de las infecciones de transmisión sexual. Los trabajadores de la salud o voluntarios que prestan sus servicios en Ecuador, o cualquier otra parte del continente, deben inmunizarse contra la hepatitis B.
También podría considerar aplicarse vacunas contra la meningitis y la rabia, en caso de que exista alguna eventual epidemia. Antes de viajar, visite a su médico y consúltele acerca de todos estos temas.