Datos importantes de la historia más reciente del Ecuador

 

El fin del “boom” petrolero

Ecuador retornó a la democracia en el año 1979, cuando la fórmula de los candidatos presidencial y vicepresidencial Jaime Roldós, y Oswaldo Hurtado, por la alianza del partido populista Concentración de Fuerzas Populares y el partido demócrata cristiano Democracia Popular, ganaron las elecciones de ese año con un abrumador 68.5% del voto popular. Muchos dudaron de que los militares permitieran a Roldós y a Hurtado asumir el poder, pero el alto margen de la victoria y la presión de la administración del Presidente Carter, dificultaron a los militares detener el proceso de democratización que ya había iniciado en el Ecuador.

La duración de Roldós en la presidencia del país fue breve, pues murió en un accidente aéreo en 1981 en la provincia de Loja. Hurtado lo sucedió hasta 1984, pero perdió las elecciones de ese año debido a la grave deuda externa y a otros problemas financieros que abrumaban al país. Hurtado perdió las elecciones del 84 frente a León Febres Cordero, del Partido Social Cristiano.

El gobierno de Febres Cordero se caracterizó por la introducción de políticas de libre mercado en los primeros años de su período. Sus políticas no tuvieron mayor alcance debido al colapso mundial de los precios del petróleo en 1986 y por los terremoto de marzo de 1987 que destruyeron un largo tramo del único oleoducto que tenía el país en ese momento.

En 1988, Rodrigo Borja, del Partido Izquierda Democrática, ganó la presidencia. A lo largo de su período, su gobierno trabajó en una gradual estabilización política, que aunque estuvo ayudada por el alza en los precios del petróleo, sufrió gracias a la extrema inflación que por momentos alcanzó hasta el 50%.

 

Modernización y crisis económicas

El Presidente Sixto Durán Ballén sucedió a Borja en 1992. Su administración dio mayores pasos para estabilizar y modernizar la economía ecuatoriana. En enero de 1995, varias crisis, entre ellas la confrontación militar con el Perú, conocida como la Guerra del Cenepa, dañaron la economía del país retrasando la aplicación de importante reformas. A pesar de su escasa popularidad, esta administración logró impulsar varias iniciativas importantes, aunque poco populares, frente al Congreso de la época, así como iniciar las negociaciones que concluirían en un acuerdo final sobre la disputa territorial con el Perú.

En 1996, Abdalá Bucaram, del populista Partido Roldosista Ecuatoriano, llegó a al presidencia con una plataforma de propuestas económicas populistas y de reformas sociales. Casi desde el inicio, la administración de Bucaram comenzó a languidecer entre múltiples alegaciones de corrupción. Empoderado con la caída de la popularidad del presidente y apoyado por organizaciones de obreros, comerciantes y profesionales, el Congreso destituyó a Bucaram en febrero de 1997, alegando incompetencia mental y lo remplazó interinamente con Fabián Alarcón.

En mayo de 1997, seguido de las manifestaciones que llevaron a la caída de Bucaram y la designación de Alarcón, el pueblo ecuatoriano reclamó al Congreso que reformara la Constitución y la estructura política de la nación. Poco más de un años después, el Congreso produjo una nueva constitución.

 

La caída de Mahuad y la Dolarización

En agosto de 1998, el mismo día que la nueva Constitución se hacía efectiva, el alcalde de Quito, Jamil Mahuad, inició su período presidencial. En enero del año 2000, el maltrecho estado de la economía ecuatoriana, junto a la dolarización de la economía impulsada por su administración, movilizaron amplias manifestaciones y protestas que culminaron con la salida de Mahuad del sillón presidencial. Bajo Mahuad, la siempre crítica economía ecuatoriana se contrajo aun más y la inflación alcanzó niveles hasta de un 60%.

El 22 de enero del 2000, el Congreso Nacional rechazó una ruptura en el orden constitucional y ratificó el procedimiento de sucesión presidencial apoyando la permanencia del Vicepresidente Noboa a la cabeza del gobierno nacional. Fue durante este tiempo que Noboa sirvió como Presidente de la nación por el tiempo restante del período que Mahuad debió permanecer en la presidencia. Los mismos líderes indígenas que contribuyeron a la salida de Mahuad mantuvieron una cercana vigilancia sobre las actividades de Noboa mientras fungía como Presidente interino.

La población indígena, (aproximadamente el 25%), gradualmente, fue emergiendo como un grupo de votantes activos, dado que sus miembros constantemente fueron sacudidos por la incompetencia de los gobiernos a la hora de realizar mejoras a sus necesidades de vida, tanto sociales como económicas.

Cuando Lucio Gutiérrez fue electo presidente, en el año 2002 hasta su salida forzada en el 2005. Fue su impopularidad en los sectores indígenas lo que sirvió como catapulta para su destitución por el Congreso en el año 2005. Su final se precipitó luego de las creciente protestas en Quito que llevaron a una crisis política. El 20 de abril de este año el Congreso de Ecuador aprobó la destitución de Gutiérrez y a la par de esta decisión, los jefes militares del Ejército le retiraron su apoyo, lo cual le dejó sin otro recurso que intentar abandonar el país.

Lo que aconteció después fue una de las más fervientes demostraciones que hayan sacudido la ciudad en esos últimos diez años. Mientras Gutiérrez procuraba abandonar el país en el aeropuerto, una oleada de personas se las arregló para quebrantar las seguridades y bloquear la pista, impidiéndole salir. En este punto no tuvo más remedio que volar en helicóptero hasta la residencia del embajador de Brasil en el norte de la ciudad para conseguir asilo temporal. El Vicepresidente Alfredo Palacios ocupó la presidencia vacante hasta las siguientes elecciones ganadas por Rafael Correa el 15 de enero de 2007.

El 30 de septiembre de 2010, una serie de protestas tuvieron lugar en Quito en contra de la nueva ley de servicio público; un evento que fue el resultado de la reacción de un sector de la policía que veía recortados sus anteriores beneficios como parte de un paquete gubernamental de austeridad financiera. Entre los cambios propuestos, que afectaban directamente a la Policía, estaban el poner fin a la práctica de dar medallas y bonos a oficiales con cada promoción; también extendía el número de años necesarios para recibir una promoción de 5 a 7. Durante la revuelta, el Presidente Correa fue ambiguamente secuestrado por oficiales de la policía, un evento que condujo a enfrentamientos entre este cuerpo y el del Ejército, que fue a su rescate, dejando como saldo varios muertos.