El buceo profundo es una de las actividades más atractivas y apetecidas por quienes vistan las Islas Galápagos

 

Las Islas Galápagos constituyen un lugar de primera categoría para los aficionados al buceo profundo, más conocido por su denominación anglosajona: scuba diving. Durante décadas las compañías de buceo han venido operando en las Islas y descubriendo y explorando, junto a sus clientes, un mundo subacuático único e impresionante.

A diferencia de muchos otros sitios de buceo en el mundo, no son los arrecifes coralinos lo que más atrae en las aguas de las Islas, sino la particular convivencia entre especies disímiles y únicas de la región (una de cada cuatro es endémica). A todo ello sumemos la falta de temor de estos animales frente a la intrusión de los humanos en su mundo subacuático. En las Galápagos es posible bucear entre tortugas marinas, mantarrayas, pingüinos, leones marinos, delfines, tiburones cabeza de martillo y tiburones ballena, entre otros. También entre cientos de especies de peces de arrecife tropical, mucha de ellas endémicas de este santuario submarino.

 

Leones marinos descansando en las Galápagos

En las Islas existen unos 30 sitios de buceo, muchos de los cuales pueden ser visitados si se contrata un paquete de dos semanas. Es importante mencionar que todos estos paquetes deben ser aprobados por las autoridades del Servicio de Parques Nacionales de Ecuador. Además de las excursiones terrestres, es posible realizar cada día, entre 2 y 3 inmersiones. Todas las operadoras que recomendamos aquí brindan sus servicios con guías profesionales, naturalistas y bilingües, masters en buceo, que se especializan en la flora y fauna de las Islas Galápagos. Estas compañías proveen equipamientos modernos y botes que cumplen con todas las normas internacionales de seguridad

Entre las muchas posibilidades disponibles que hay en las Islas, existen cursos introductorios de buceo para principiantes, excursiones de buceo entre 8 y 15 días para avanzados, y excursiones de buceo combinadas con visitas costeras a cargo de guías naturalistas. La mejor época para bucear va de noviembre a abril, pues las aguas están bastante calmadas y con temperaturas altas.